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La velocidad del cambio tecnológico y la importancia de los datos

Cuando hablamos de megatendencias que están impactando a la economía y las sociedades, el cambio tecnológico acelerado está sin duda incluida, junto con las tendencias demográficas, el cambio climático y la globalización. Porque si hay una megatendencia que distingue la era actual es el cambio tecnológico generando impactos masivos en los modelos de negocios, lo que genera nuevos y sorpresivos modelos de hacer las cosas. No es solo la velocidad de los cambios en cada uno de estos campos individualmente, sino la convergencia de algunas de estas tecnologías. Por ejemplo, la Industria 4.0 es un nuevo paradigma de producción basado en la convergencia de la Inteligencia Artificial, -que posibilita la analítica avanzada de los datos y la interface humano máquina-; el internet de las cosas – que permite que los aparatos se comuniquen y haya una revolución en sensores y artefactos inteligentes-; la impresión 3D y la robótica, -creando artefactos, fábricas y logísticas inteligentes.

La industria 4.0 ha tenido un rápido avance y gran parte de la población del mundo es usuaria, no obstante, aún existe una amplia brecha tecnológica, tanto en acceso como en capacidades para su uso y aprovechamiento. La nueva era tecnológica puede ser un instrumento para reducirla, pero también de ampliación, por lo que es necesario entender su uso y aplicación y la forma en que está impactando en la población.

Hoy el sector TIC es protagonista y  tiene grandes desafíos en cuanto a las megatendencias, la industria 4.0 y el veloz cambio tecnológico; es decir debe ir encontrando modelos que faciliten el cambio estratégico de las empresas, teniendo en cuenta la ubicación sectorial dentro del ciclo de cambios estructurales para así́ poder modificar la velocidad de cambio, mantenerse dentro del sector y tomar decisiones sobre estrategia tecnológica, innovación y competencia.

Ante la evidencia de esta velocidad, la única posibilidad es aprender las reglas que la determinan y tratar de adaptar nuestros procesos a ellas. Hoy en día, un directivo debe ser un sistema capaz de ingerir información a gran velocidad, sin retrasos injustificables, procedente de las fuentes más relevantes, y debe combinar fuentes tradicionales, los «sospechosos habituales» en su industria, con la localización de expertos y recopiladores de información, cuyo rastro debe seguir en aquellas redes en las que desarrollen su actividad.

Antes una persona se consideraba informada simplemente leyendo un par de periódicos o tres, viendo un informativo en la televisión y escuchando la radio de camino al trabajo, ahora es perfectamente habitual encontrarse con directivos que monitorizan su industria a través de publicaciones periódicas en la red que siguen sus temas de interés en redes como Twitter o LinkedIn, y algunas herramientas de seguimiento en temas específicos.

Además que deben ser rápidos en el procesamiento de la información: seleccionar aquella que se considera veraz y almacenarla en repositorios que faciliten su acceso, cuando se estime necesario consultarla, procesarla y construir información a partir de ella. Y en último término, generar una serie de salidas de información a través de redes sociales o de herramientas personales que permitan que otros sepan qué hacen, a qué se dedican y por qué son los mejores en ello. Si no se participa en la conversación, no se saldrá en la  fotografía y la marca personal se resentirá. Y de nuevo, a gran velocidad. En un océano de información plagado de zonas de aguas rápidas, el que deja de nadar se va al fondo.  Se esta ante un contexto nuevo sujeto a normas nuevas, con combustibles nuevos que dan lugar a un entorno estratégico donde entender los procesos de innovación y disrupción requiere disponer de información actualizada y, en muchos casos, buscar inspiración en otros ámbitos, en otras industrias, en otros sectores. Todo en el universo tecnológico ha ido evolucionando para aumentar la velocidad (SAS Latin America, n.d.).

Es de destacar que en los últimos años ha habido una exponencial toma de conciencia de la importancia del uso de los datos en tiempo real en las organizaciones. Sin embargo, estudios reflejan que más del 88 % de las empresas aún deben mejorar su capacidad de procesarlos; la proactividad y la velocidad en la gestión de la información es fundamental en la administración moderna. Los modelos de negocio hoy rotan con una velocidad mucho mayor. Hace algunos años un modelo de negocio podía durar de 20 a 30 años. Hoy, normalmente, ese ciclo se ha reducido a cinco o siete años, y en productos tecnológicos, especialmente de alta tecnología, el tiempo se acorta incluso a los tres años(Portafolio, n.d.). Por tanto es importante ir moviéndose a la velocidad del cambio tecnológico.

El lugar donde una tecnología se encuentra en su ciclo de vida puede marcar la diferencia en los datos generados por la adopción, el uso o la implementación de esa tecnología o acerca de ella (O’Leary, 2019).

Realizado por: Alejandra María Restrepo Franco

Líder de servicio Geostrategy


Referencias

O’Leary, D. E. (2019). Technology life cycle and data quality: Action and triangulation. Decision Support Systems, 126, 113139. https://doi.org/10.1016/J.DSS.2019.113139

Portafolio. (n.d.). La velocidad en la innovación | Finanzas | Economía | Portafolio. Retrieved September 9, 2021, from https://www.portafolio.co/economia/finanzas/velocidad-innovacion-236804

SAS Latin America. (n.d.). Analítica, un pilar fundamental de la innovación empresarial. Retrieved September 9, 2021, from https://blogs.sas.com/content/sasla/2019/06/11/analitica-un-pilar-fundamental-de-la-innovacion-empresarial/



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